12 Jul Se buscan protagonistas

Frases míticas de héroes y heroínas:

• Nelson Mandela: “No puedo hacer nada”, “nunca me entienden” ,“que mala suerte tengo”.
• La Madre Teresa de Calcuta: “Todo me pasa a mi”, “ yo si que estoy mal”, “siempre me esfuerzo y nunca consigo nada”.
• Indiana Jones: “No puedo más, siempre me pasa lo mismo”, “ no es justo”, “no me lo merezco”.
• Luke Skywalker: “Como no voy a ser así, con todo lo que me ha pasado por su culpa”, “me pasa por idiota”, ”todo es una mierda”, teniendo en cuenta que “él es su padre”, tampoco es de extrañar.😱

¿Te imaginas que pensaran eso?

Ni de coña, ¿no?, no te los imaginas quejándose de esa manera, ¿verdad?, básicamente porque nunca hubieran conseguido lo que consiguieron, algunos de forma ficticia, pero muchos de forma muy real, tan real que cambiaron la vida a mucha gente (¡telita!), se me ponen los pelos como escarpias. La actitud es lo que cuenta.

La queja es natural, sana y políticamente correcta. Quéjate, disfruta de la queja, pero hasta «cierto punto», no te vengas arriba. La queja la utilizamos en momentos de nuestra vida para desahogar, para compartir nuestra desesperación, cabreo, indignación, frustración, decepción, tristeza, para sentir consuelo, atención, consejos, afecto, refuerzo, recibir apoyo…pero si vivimos en la queja constante, y la utilizamos como forma habitual de afrontamiento, nos volvemos victimistas, cansinos, y no nos aguantamos ni nosotros mismos, imaginaos los demás. Es importante poner límite a la queja, y pasar a modo protagonista. 

La queja ofrece muchos beneficios a corto plazo, no responsabilizarnos de nuestras emociones, ni de nuestra vida, justificarnos, excusarnos y no tener que esforzarnos en hacer algo para estar mejor, porque la culpa es siempre de otro … pero no podemos vivir eternamente en la queja. Permanecer en modo queja nos puede llevar a cronificar un tipo de afrontamiento basado en la desesperanza, el inmovilismo, la resignación y en muchas emociones negativas… vamos muy mal rollo, no estamos para eso, así no podemos vivir la vida, es una mala elección.

Nuestro objetivo es afrontar lo que acontezca desde la acción, desde nuestra iniciativa y no depender de las circunstancias, aunque esto sea difícil, aunque se necesite esfuerzo y reflexión.  Remontar y superar estas dificultades nos hará sentir más fuertes, más autónomos, más protagonistas de nuestra vida, que es de lo que se trata, y nuestra autoestima nos lo agradecerá.

DETECTA cuando estés en modo queja, di «BASTA YA, ¡ESPABILA! ¡NO SIRVE PARA NADA!», date tu tiempo, pero… PARA, STOP, ARRÊTEZ, HALT, やめる. Presta atención a esto, píde a tu gente de confianza que te lo haga saber, es importante que seas consciente que estás en modo queja para poder cambiar.

PREGÚNTATE/CUESTIÓNATE: ¿Qué puedo hacer yo para mejorar, solucionar esto? si no encuentras respuesta, acude a un psicólogo, te podemos ayudar 😉.

BUSCA RESPUESTAS Y ALTERNATIVAS: Solo tienes que proponértelo, surgirán enfoques diferentes, nuevas formas de ver la situación, si quieres y ves el beneficio…puedes. Encuentra un momento para pensar desde otra perspectiva, como si fueras Nelson Mandela, como si fueras Indiana Jones, no seas cansin@, hazme el favor, por Dios te lo pido, muévete.

CRÉCETE ANTE LAS DIFICULTADES: Si , estoy contigo, algunas situaciones son una gran putada, molestas, insoportables, producen mucha desesperación, dolor…pero no hay otra alternativa que buscar un «lugar» donde te encuentres mejor, y ese sitio solo eres capaz de encontrarlo tú.

• Decide las mejores alternativas de solución desde tus posibilidades.
• Saca partido de todas las situaciones. 
• Las dificultades no pueden paralizar tu vida. 
• Convierte los problemas en retos y en posibilidades.  

SIENTE QUE ERES PROTAGONISTA DE TU VIDA, PASE, LO QUE PASE.

Prueba una semana a no quejarte, «con un par», a ver que pasa, simplemente prueba… Ante una misma situación podemos optar por elegir dos papeles diferentes, el de víctima o el de protagonista, tu decides.

Este mundo loco necesita a gritos heroínas y héroes, protagonistas del día a día, que aunque se quejen y se permitan quejarse, decidan ser protagonistas en algún momento, actúen y de lo peor e inamovible vean esperanza y posibilidad.

“El sabio no se sienta para lamentarse, si no que se pone alegremente a su tarea para reparar el daño”

Williams Shakespeare.

“Nos quejamos cuando el agua de la ducha sale fría, pero ¿acaso valoramos cada vez que sale caliente?”

Christophe André.

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